Una manera ingeniosa de comer papas y romper la monotonía.
Esta "pizza" puede comerse salida del horno o bien fría luego de dejarla unas horas en la heladera.
Ingredientes
Papas 1 1/2 kilo
Vinagre 1 chorrito
Aceitunas negras o griegas 8 o 10
Tomates biena maduros 6
Cebolla 1
Orégano a gusto
Sal marina a gusto
Opcional: Algas kelp en polvo
Preparación:
Hervir las papas en agua con un chorrito de aceite y otro de vinagre hasta que estén tiernas. Retirar del fuego y pisarlas con un buen chorro de aceite de oliva y sal a gusto. Pisar con tenedor y formar un puré algo rústico (no muy desecho). Pasar a una asadera aceitada, darle forma de pizza con las manos humedecidas, dejando el borde un poco más alto que el centro. Espolvorear en forma uniforme orégano seco. Reservar.
Con 3 tomates frescos cortados en dados, un poquito de sal, orégano y aceite de oliva preparamos una salsita cruda, simplemente pasando los ingredientes por la licuadora. Verter la salsa sobre la pizza y luego cubrir con la cebolla picada fina toda la superficie, finalmente decorar con rodajas de tomate y las aceitunas negras.
Llevar al horno unos 30 minutos a fuego bajo, puede servirse caliente o si estamos en verano -como precisamente ocurre en estos momentos, y cómo!, en el hemisferio sur- llevarla a la heladera un par de horas y comerla fría, de esta manera se vuelve más compacta.
Coda: Las algas kelp en polvo, que figuran como ingrediente opcional, se pueden añadir en forma de fina lluvia al momento de pisar las papas. Ayuda a darle consistencia a la mezcla y de yapa incorporamos minerales al plato !
La salsita puede quedar más sabrosa si le licuamos 3 o 4 aceitunas negras y 1/4 de una cebolla.
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La salsita puede quedar más sabrosa si le licuamos 3 o 4 aceitunas negras y 1/4 de una cebolla.
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